Sin remordimientos

A solas, con mis pensamientos... vuelvo a ese lugar en nuestros sueños, donde soy libre de sentir sin remordimientos, libre de no herir los sentimientos de nadie... ¡LIBRE!, de expresar sin necesidad de enmascarar en ironías o palabras con doble sentido lo que hace mucho que siento...
¿Tienes idea de cuanto tiempo llevo esperando?
¡Tu voz!, la única que hace que  todo en este mundo de sueños tenga sentido, la única que consigue que mi corazón lata desbocado, la que hace que quiera vivir soñando...
Te miro a los ojos... y me pierdo en su transparente  profundidad, en todo eso que me dices y que haces que sienta con sólo mirarlos...
Tu mirada derriba todas mis defensas y las murallas que rodean mi vida real, caen en el momento en que tus manos rozan mi piel, dejando un sendero de sensaciones que jamás podría ser explicado con palabras...
 Sólo necesitamos eso... mirarnos a los ojos para que nuestras almas conecten, para que nuestros sentimientos afloren a la superficie y nuestros cuerpos anhelen tocarse, fundirse en un sólo cuerpo... sin palabras, sin explicaciones, sin preguntas.
Nuestros besos dicen tantas cosas... golpeándonos como una corriente eléctrica que nos atrae como si fuéramos imanes, como si a través de nuestras bocas unidas,  todo lo que nos rodea no existiera, haciéndonos querer más... ¡estar más cerca!... caricias atrevidas, suaves, sensuales..., hasta sentirnos dentro uno del otro... dejándonos arrastrar a ese paraíso de sensaciones, donde el  tiempo se detiene, donde sólo existe la libertad, nuestra pasión, donde soy sólo tuya...
Despacio... amor...-me dices-, tenemos todo el tiempo del mundo... ¡estamos en el lugar de nuestros sueños!, hagamos que sea eterno... y con tus palabras, me llevas al placer más absoluto... mientras nos miramos, libres, sin remordimientos...
Besas mis labios... y despacio, muy bajito me susurras: Buenas noches mi amor... nos vemos en el lugar de nuestros sueños...